Yo discrimino, tú discriminas, él discrimina, nos…

El mundo actual le tiene miedo a la verdad, misma que debe revelarse y que la debemos ver de nuevo como la protagonista de la vida del ser humano, portadora de trascendencia y significado de vida, que le permita al hombre saber explicar y debatir las perversiones, desviaciones y adicciones que ahora han esclavizado la moral y sus verdades fundamentales.